viernes, 5 de diciembre de 2014

Duendes

                           Duendes

Los duendes son criaturas mitológicas fantásticas de forma humanoide pero del tamaño de un niño pequeño que están presentes en el folclore de muchas culturas. La etimología de su nombre proviene de la expresión "duen de casa" o "dueño de casa", por el carácter entrometido de los duendes al "apoderarse" de los hogares y encantarlos,1 o bien del árabe "duar de la casa" ("que habita, habitante").2
En Castilla la palabra duende define a un tipo de ser sobrenatural de la cultura popular equivalente al goblin de otros folclores europeos (del francés normando gobelin, nombre originado en el de un fantasma que se decía asoló el pueblo de Evreux en el siglo XII),3 de naturaleza maliciosa hacia los humanos 




Los duendes tal y como son conocidos, son criaturas mágicas, feéricas (relacionadas en algún caso con las hadas) y se los describe físicamente como no mayores a un metro, de aspecto humanoide, orejas largas y en punta y de piel verdosa, se caracterizan por ser seres elementales, cuidadores de la naturaleza y el bosque y por ser escurridizos. En una definición amplia para la Mitología de cualquier cultura, se le describe como de aspecto humanoide y muy baja estatura, con algún tipo de poder o conocimiento sobrenatural y provisto de un típico espíritu bromista o malicioso, por el cual se le culpa de todo tipo de daños menores en el entorno doméstico o rural; siendo así, entrarían en la categoría genérica del duende los gnomos, los trasgos, el leprechaun irlandés o el poltergeist alemán.
Este tipo de supersticiones ligadas a los hogares fueron difundidas por todo el Imperio romano, ya que su religión pagana afirmaba que había unos dioses menores, los lares o genius loci, que habitaban una casa a la que estaban ligados con la función de protegerla. A veces estaban asociados a la familia que construyó la casa o que la habitó desde que fue construida, esto explicaría su frecuente relación con los fuegos del altar familiar u hogar, los pucheros o las alacenas. A esto habría que sumar una noción semejante por parte de los druidas, quizá todavía presente en la creencia germánica en los Kobold. Pero esta tradición se presenta también en el folklore de todas las naciones eslavas, donde son llamados domovik, e incluso en el japonés, donde unas criaturas en todo semejantes se denominan zashiki-warashi. Por lo demás, los djinn de los pueblos semíticos poseen características muy parecidas. La superstición, por otra parte, podría tener una etiología bastante elemental: una justificación maravillosa o imaginativa de los ruidos desconocidos que se producen en las alacenas, sótanos o cuevas subterráneas cerradas de las casas, casi siempre debidos a la presencia de pequeños roedores o depredadores en busca de alimento.
Es más, aparte de su origen supersticioso, la leyenda de la llamada "gente pequeña", como los denominaba en su famoso manuscrito el párroco escocés Robert Kirk,4 o "duendes", está tan arraigada en unos lugares concretos de Europa (islas británicas) que algunos han llegado a teorizar la posible existencia de un pueblo humano de pequeña estatura ya desaparecido en estas ubicaciones, lo que ha convertido en más probable el descubrimiento reciente del hombre de Flores y el ya conocido pueblo pigmeo en África.[cita requerida]
El primero en proponer esta explicación fue David MacRitchie (1861-1925), un folklorista escocés, en su obra The Testimony of Tradition; este tipo de leyendas (y muchas otras) se habrían fundado en la existencia histórica de un pueblo que habitaría en cuevas o que sería subterráneo en las Islas Británicas, resto de gentes antiquísimas de tecnología muy primitiva, quizás neolítica, quienes, ante la llegada de pueblos más civilizados y mejor armados, se habrían ocultado en la oscuridad. Esta teoría habría sido completada en The Witch-Cult in Western Europe (1921) por la doctora Margaret Murray (1863-1963).
El alquimista y médico suizo Paracelso (1493-1541) escribió sobre numerosos tipos de criaturas ni humanas ni divinas en su grimorio Philosophia Occulta (1570), a los que llama genéricamente elementales y denominó gnomos (elemento tierra), ondinas (elemento agua), silfos o sílfides (elemento aire) y salamandras (elemento fuego):
No pueden clasificarse entre los hombres, porque algunos vuelan como los espíritus, no son espíritus, porque comen y beben como los hombres. El hombre tiene un alma que los espíritus no necesitan. Los elementales no tienen alma y, sin embargo, no son semejantes a los espíritus, éstos no mueren y aquéllos sí mueren. Estos seres que mueren y no tienen alma ¿son, pues, animales? Son más que animales, porque hablan y ríen. Son prudentes, ricos, sabios, pobres y locos igual que nosotros. Son la imagen grosera del hombre, como éste es la imagen grosera de Dios… Estos seres no temen ni al agua ni al fuego. Están sujetos a las indisposiciones y enfermedades humanas, mueren como las bestias y su carne se pudre como la carne animal, y son virtuosos y viciosos, puros e impuros, mejores o peores.


Los duendes corresponderían a los gnomos y silfos y habitan mundos propios no muy alejados del nuestro, aunque invisibles para nosotros porque nuestros sentidos son poco sutiles y poco desarrollados y por tanto no aptos para observarlos. Sin embargo todas esas criaturas, según Paracelso, tienen en común ser seres interdimensionales y atemporales, viven en comunidades jerarquizadas, son invisibles para los hombres, pero no para algunos animales y niños, son juguetones y tramposos y enormemente interesados en algunos aspectos sexuales de los humanos, a quienes a veces raptan cuando son niños; viven muchos más años que los hombres, pero sin llegar a ser inmortales: 500 años o más, éticamente neutros, inteligentes, y les aterroriza el hierro y el acero. Poseen tres grandes festividades: la del mes de mayo, la del 24 de junio (solsticio de verano) y la del mes de noviembre.
Siguiendo la terminología de C. S. Lewis en su ensayo «The Discarded Image: An Introduction to Medieval and Renaissance Literature» (1964), traducido al español como «La imagen del mundo», cabría identificarlos con los longaevi o longevos, espíritus que, cuando Lucifer se levantó contra Dios, no se pusieron de parte ni de este ni de aquel. Dios habría suspendido su sentencia hasta el día del Juicio Final, y mientras tanto estos seres circularían por el orbe infranatural, es decir, por debajo de la órbita de la Luna, pues por encima estaría lo sobrenatural. Algunos habrían caido a la Tierra y por eso habitarían en cuevas o subterráneos. No son exactamente demonios ni ángeles: son los duendes, hadas, etc. de que se ha hablado anteriormente, de ahí su ambigüedad moral. En otro ensayo, el poeta Heinrich Heine llama a toda esta gente "dioses en el exilio", porque antiguamente eran los diosecillos paganos menores que detentaban algunas funciones religiosas y ahora han sido arrojados al margen, por lo que aparecen ridiculizados por la tradición religiosa dominante. Su aspecto por ello ha sido desfigurado como risible y sólo tienen importancia para los niños impresionables, gracias a los cuales, sin embargo, perdura su recuerdo más o menos deturpado.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Golems

                           Golems

Un golem es un ser creado mágicamente a partir de fuerzas elementales.
Existen manuales arcanos donde se explica el proceso de formación de un golem. Se cree que el primer golem creado fue de carne en un intento de animar a un muerto. Después se fue probando con distintos materiales como madera y metales para conseguir un golem más fuerte.
Los golems tienen que estar hechos de algún tipo de material elemental y, de momento, sólo de conocen los golems hechos a partir de materiales terrestres. El cuerpo del golem debe ser previamente tallado, ya sea de piedra o de metal.
La fuerza impulsora de un golem es un espíritu elemental de tierra cuya naturaleza es desconocida. Este espíritu queda ligado al cuerpo inerte del golem para darle “vida”. El proceso de animación de un golem es bastante largo, requiere un mes completo sin interrupción. En este proceso pueden usarse objetos para conjurar como varas y pergaminos para que la “vida” llegue al golem.


Los distintos tipos de golem que se conocen son:


Golem de carne:
Es el más fácil de animar puesto que se trata de materia orgánica. Las piezas de golem deben estar cosidas entre sí y no deben estar muy descompuestas. Estos golems son los únicos que presentan una inteligencia mínima. 


Golem de arcilla:
Estos golems sólo pueden ser animados por sacerdotes y es necesario un cuerpo esculpido en un solo bloque de arcilla.


Golem de piedra:
Se usa un solo bloque de piedra muy dura, como el granito, y debe estar tallado adecuadamente.



Golem de hierro:
Este tipo de golem es el más difícil de animar. Se requiere una espada para ser incorporada al golem. Pueden usarse también otros metales.


Fuente:
 http://www.seresmitologicos.net/artificiales/golem

lunes, 6 de octubre de 2014

grifos

                         Grifos  

 

Son seres voladores muy feroces, mitad león y mitad águila.
La parte superior es la de un águila gigante con plumas doradas, un afilado pico y poderosas garras. La parte inferior es la de un león con pelaje amarillo, musculosas patas y cola. Su tamaño es bastante grande, suelen medir unos 3 metros.



 
Suelen vivir en montañas rocosas, contruyendo sus inmensos nidos en las laderas. Estos nidos están hechos de ramas y hojas de gran tamaño que pueden traer de bosques situados a varios kilómetros de distancia del nido.
Pueden ser entrenados como monturas, pero es una tarea que requiere cierto tiempo. Una vez entrenados, los grifos son leales y defienden a su jinete hasta la muerte. Son muy valientes y luchan contra toda criatura a la que consideren una amenaza sin pensárselo dos veces. El jinete y grifo quedan unidos de por vida. Es muy habitual que sean montados por elfos silvestres, con los que mantienen una relación muy estrecha.  


El grifo era un animal mitológico parecido a la Esfinge (ver Esfinge), con aspecto de león alado con cabeza de águila. El grifo, que tiene su origen en el antiguo Oriente Medio y era conocido en Egipto en tiem­pos remotos, se asocia en el caso de Grecia a la figura de Apolo, que pasaba sus in­viernos con los Hiperbóreos, una raza que se creía que vivía en la parte más septen­trional de Europa. Los griegos situaban a los grifos allí, donde, según la historia, guardaban una gran cantidad de oro. Se supone que fue Arimaspen, personaje con un solo ojo, quien les robó todo lo que tenían.
Los romanos no asociaban al grifo con Apolo, sino con Némesis, la diosa de la venganza (ver Némesis). El significado mitológico del grifo no era demasiado importante en ninguna de las dos culturas, pero la criatura se convirtió en un tema favorito en el mundo del arte. Los grifos decoran las paredes de la sala del trono del palacio de Knossos en Creta, que data del 1700 a.C. aproximadamente. Es el palacio que se supone perteneció al rey Minos, personaje que se mueve entre la mitología y la realidad (ver Minos). El grifo ha permanecido desde entonces en la temática artística, tanto en el mundo griego, como en el mundo
 



Fuentes:
http://www.seresmitologicos.net/voladores/grifo

http://mitosyleyendascr.com/mitologia-griega/grifo/

sábado, 4 de octubre de 2014

Elfos

Bien este es mi primer blog si algo me sale mal dejarmelo en los comentarios bueno empezemos




                        elfos


Los elfos son humanoides de apariencia frágil y delicada, orejas puntiagudas, piel pálida y ojos almendrados. Viven cientos de años, incluso se piensa que son inmortales.
A pesar de ser menos corpulentos que los humanos (por término medio), tienen mayor agilidad y destreza en sus movimientos. Un elfo se mueve con gracia y delicadeza y, de un modo tan sutil y silencioso, que a veces es imperceptible su presencia. Este hecho les permite seguir con sigilo a un enemigo al que quieren espiar, o realizar un ataque por sorpresa. Un elfo puede resultar prácticamente invisible en un bosque. 
Son grandes conocedores de los bosques, en los que habitan, y sus ropas en tonos verdes les permiten camuflarse en el bosque según su necesidad.
Los elfos tienen desarrollada la infravisión, por lo que no les resulta difícil moverse en la noche o por bosques donde no entra la luz solar.     
Es famosa la habilidad de los elfos con el arco. Son entrenados desde pequeños y, aunque también dominan la espada corta y larga, es con el arco con lo que un elfo puede conseguir los mejores resultados. Su agilidad es tal, que pueden lanzar una flecha y prepararse rápidamente para un nuevo disparo. 



               

A continuación hablaremos sobre sus características:
Origen:
Muchas leyendas afirman que los elfos fueron los primeros habitantes de la Tierra. Nacieron bajo la luz de las estrellas en bosques rodeados de naturaleza, por eso se dice que los elfos son la naturaleza personificada. Dicen que sus primeros orígenes fueron en bosques de países nórdicos.
Personalidad:
La personalidad de un elfo puede variar con respecto a su estilo de vida, comunidad en la que viven, etc, pero mayoritariamente los elfos suelen ser seres reservados, algo desconfiados, colaboradores, buenos amigos y bondadosos.
Habilidades:
Un elfo es un ser muy sigiloso y silencioso y en la mayoría de los casos pasan desapercibidos para el ojo humano, pero en alguna ocasión se dejan ver por los humanos. Son muy velozes y grandes trepadores y escaladores.
Esperanza de vida:
Un elfo puede vivir cientos de años y en algunos casos se dice que son inmortales. Durante algunos años el elfo puede tener un aspecto juvenil y delicado, pero a medida que pasa el tiempo, su piel se va haciendo más oscura y les van saliendo algunas arrugas y así se mantendrán durante cientos de años.
Ilustración de Jean-Baptiste Monge
Poderes sobrenaturales:
Los elfos poseen una serie de poderes y dones sobrenaturales, tales como mayor facilidad para la visión nocturna que los humanos, comunicación con los animales y pueden interactuar junto con los elementos naturales (agua, tierra, fuego y aire). También se dice que pueden tener poderes psíquicos como telepatía y en algunas ocasiones telequinesia. Muchos de ellos tienen grandes poderes de adivinación, sanación y son expertos en fabricar distintos tipos de pociones curativas y de buena suerte con plantas y elementos naturales. En algunos casos y si se ven amenazados, pueden incluso provocar ciertos males, aunque esto último solo lo harían en casos extremos si notan que su vida está en peligro o como defensa ante aquellos seres que quieran hacerles daño.
Estilo de vida:
Los elfos adoran vivir en comunidades y rodeados de naturaleza. Armonizan a la perfección con los bosques, ríos, vegetación, mar, etc. Sus vestimentas pueden variar dependiendo de su cultura y personalidad, pero de normal suelen vestir con ropas de color verde y tonos marrones. Utilizan estos dos colores básicamente por dos razones: para camuflarse mejor en la naturaleza y porque adoran los colores de la Madre Tierra. Apenas tienen leyes que rijan una forma de vida en concreto; su ley principal es vivir en armonía y en paz.
Cultura:
Adoran la música y los cantos e interpretan sus propias melodías con instrumentos que ellos mismos fabrican y al compás de los sonidos de la naturaleza como el canto de los pájaros y el sonido del agua y del aire. Son muy buenos escritores de poesía y siempre que pueden festejan sus celebraciones con cantos y bailes.
Ilustración de Jean-Baptiste Monge
Guerras:
A pesar de lo que se dice en la literatura élfica, rara vez es la ocasión en el que los elfos hayan tenido que involucrarse en guerras. Ya hemos comentado que los elfos viven en diferentes comunidades y aún así, entre los distintos pueblos de elfos, la armonía y el buen entendimiento está asegurado. En alguna ocasión han tenido que luchar contra sus enemigos, pero rara vez con otros elfos. Aún así, son expertos en el manejo de arcos y flechas y espadas.
Idioma y escritura:
Este es un tema algo controvertido ya que el idioma élfico que podemos encontrar en la actualidad, suelen ser invenciones fantásticas de autores conocidos como J.R.R Tolkien, aunque si es verdad que los elfos poseen su propia lengua, aunque lamentablemente, el idioma original élfico no se conoce o se ha perdido en el tiempo.
Símbolos:
Existen numerosos símbolos que rodean a los elfos. Todo depende de dónde vivan, pero en general, los símbolos y objetos más utilizados por ellos son las piedras semipreciosas (cuarzo, jaspe, ágata, ónix…), plantas de muchos tipos y flores. También les son útiles los símbolos celtas y símbolos nórdicos. Cualquier símbolo que esté relacionado con la naturaleza son apropiados para ellos.
Alimentación:
Al ser descendientes directos de la naturaleza, los elfos se alimentan en gran parte de productos vegetarianos como plantas, miel,  hierbas, semillas. Adoran el agua pura de ríos y manantiales. Elaboran sus propias bebidas como varios tipos de vino, cerveza, aguamiel, etc. No suelen alimentarse de carne animal ya que consideran a los seres vivos como semejantes. Algunos elfos tampoco se alimentan de plantas ya que también las consideran seres vivos, aunque este tipo de elfos suelen caer enfermos ya que todo ser, por mucho que respete la naturaleza, debe alimentarse para poder sobrevivir. Aunque puede que algunos sean inmortales, si no se alimentan como es debido pueden enfermar y morir.
Tipos de elfos:
No está muy claro si hay varios tipos de elfos. Muchos creen que sólo existe un tipo de elfo, independientemente de que habiten en varios lugares como bosques, campos, montañas, etc. Algunos dicen que existen los elfos silvestres, lunares, dorados, salvajes, marinos…
En el apartado Tipos de Elfos hablaremos sobre los tipos de elfos que hay, sus nombres y características.
Ilustración de Jean-Baptiste Monge
Descendencia:
Como todos los seres vivos, los elfos también tienen descendencia. En la grandísima mayoría de los casos, los elfos se reproducen entre sí (con los de su especie), pero existe una muy rara y remota posibilidad que un elfo se enamore de un ser humano y tengan descendencia; en este caso el fruto de dicha unión se denominaría semielfo. Los semielfos poseen parte de las habilidades y poderes de los elfos, aunque su tamaño es como el de un humano. La esperanza de vida de un semielfo oscila entre los 100 y 120 años, con lo cual, los semielfos no son inmortales.
Hábitat:
Desde el comienzo de los tiempos, los elfos han vivido en comunidades en medio de los bosques, montañas y demás lugares rodeados de naturaleza. Construyen sus propias casas. Por desgracia, la mano del hombre y el afán de destruir los bosques para construir edificios han hecho que los elfos huyan de estos parajes naturales y se hayan escondido en cuevas o bajo tierra. Mucha gente dice que todo esto ha provocado la extinción de estos fantásticos seres.
Confusiones frecuentes:
Con regularidad se tiende a confundir a los elfos con duendes, gnomos, hadas y demás seres diminutos. No son exactamente los mismo, aunque puede que todo sea lo mismo dependiendo de la zona en dónde vivas. Por ejemplo, según la mitología nórdica son elfos, según la europea esos mismos seres se les llama duendes. En el apartado “Diferncia entre Elfos y…” explicaré las diferencias entre unos y otros.
Ilustración de Jean-Baptiste Monge
Desde tiempos lejanos, la creencia en estos fantásticos seres ha estado muy presente. Hoy en día los elfos han pasado a ser seres mitológicos y fantásticos creados imaginariamente por la cultura popular.
Que hayan existido, existan o simplemente sea una invención del ser humano, hay que tener en cuenta que un elfo es un símbolo de naturaleza y en la mayoría de los casos, creer en los elfos, existan o no, se ha convertido en un filosofía que puede ayudar a la gente a tener más aprecio por la naturaleza y por los elementos que nos rodean. Al fin y al cabo los seres humanos formamos parte de la Madre Tierra. 


 Fuentes:  http://www.seresmitologicos.net/terrestres/elfo
http://mundoelfo.com/loselfos/